Así que probablemente en el futuro los ordenadores tomarán el pago de los clientes y asignarán las putas para follar. Es interesante que el cerebro del ordenador le permita estrangular y violar a la morena, pero no mear en su boca. Pensé que iba a estrangularla, pero no lo hizo. Por lo visto, un hombre maduro se dio cuenta de que entonces no habría nadie a quien chupar y meterle la polla en la carne, en la sociedad decente es mauvais ton.
Bueno, no es de extrañar que el maestro cayera en la trampa, sobre todo porque lo más probable es que el soltero sirviera a este coño oh, qué bien, y la chica por todas las apariencias le gustaba bastante tal entrenamiento.