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¡Que mujer! Un culo precioso, unas tetas enormes y unas piernas preciosas. ¡Chupa decentemente y realmente ama el sexo! ¿Qué más necesita para disfrutar del sexo? Pues por supuesto una polla de tamaño decente, ¡todo lo demás está disponible! ¡El hombre es bastante feo, si no fuera por una polla de tamaño decente tal reina no lo habría mirado! ¡Como siempre, lo que cuenta es el tamaño del órgano del hombre!
Digámoslo así. Cada hombre se merece la mujer que tiene. En este caso, el marido es un holgazán. La mujer trajo al cabrón y en lugar de echar inmediatamente a la esposa y al amante de la casa, se limitó a decir unas frases de objeción que no tenían ningún peso entre esos dos. Una humillación aún mayor fue cuando, después de que su esposa había sido follada, cogieron y salpicaron de semen la cara del marido y éste volvió a dar una bofetada.
Vamos, pequeña piedra, te follaré